Personalidad bajo tus pies

 

Ya comenzamos a vislumbrar cada vez más cerca los ambientes invernales. Si tú eres de los que ya está pensando en vestir la casa para recibir al frío con estilo, seguro que tienes en mente el complemento textil indispensable: una alfombra.

 

La alfombra es el clásico y cálido detalle decorativo textil que no falla en las casas cuando las vestimos con la llegada de las bajas temperaturas. Pero actualmente de clásico tienen poco, teniendo en cuenta la amplia variedad de diseños y formas de todos los estilos que encontramos en el mercado. Bien es cierto que continúan vigentes las alfombras de toda la vida, aquellas que recordamos de casa de nuestros padres o abuelos de sufridas tonalidades y rancia elegancia, pero su evolución le ha llevado a convertirse en un auténtico reclamo visual en la estancia donde se ubique con la posibilidad, incluso, de personalizarla.

 

La premisa principal a tener en cuenta a la hora de adquirir una alfombra es saber la medida exacta que precisamos, a partir de aquí se abre ante nosotros un abanico inmenso de opciones. El material es otro aspecto fundamental en nuestra elección, con una amplia variedad de fibras -acrílico, nylon o poliéster- o en lana; todo dependerá del uso que le vayamos a dar, del tráfico que ha de resistir, del acabado que buscamos y de la facilidad de limpieza que requiera. No hay que olvidar que como complemento decorativo, es importante la imagen que proyecte en el ambiente de la estancia, de ahí que debamos cuidar todas las características.

 

También el color y la forma de la alfombra son importantes. Aquellas más coloristas, sin duda, aportan vitalidad al espacio, pero hay que tener presente cómo combinarlas con los tonos de las paredes o del suelo principalmente con el fin de integrar todos los elementos. También del estilo de la sala dependerá el color, e incluso hasta el diseño. Y no olvidarse de la textura, muchas veces determinante en un elemento tan cálido como éste.

 

Salones, dormitorios, recibidores, despachos… son espacios perfectamente válidos para vestir sus suelos con una alfombra y aportarles personalidad. Y, cómo no, las habitaciones de los más pequeños son uno de los destinos preferidos de los diseñadores de alfombras porque es ahí donde explotan al máximo su doble finalidad: funcional (como base de juegos y aislante del frío) y estética (como elemento decorativo a conjunto con el mobiliario, lostextiles, etc.).

 

¡HAZTE CON TU ALFOMBRA YA! ¿POR QUÉ?

 

1- Por su tacto agradable, especialmente para pisar con los pies descalzos, desprendiendo una sensación de confort única

 

2- Por ser un perfecto aislante del frío cuando las temperaturas bajan y también como amortiguador del sonido

 

3- Por su capacidad para delimitar visualmente los espacios, diferenciando los ambientes en una misma sala

 

4- Por su capacidad para atraer las partículas del polvo suspendidas en el aire

 

5- Por permitir “esconder” o disimular ciertas irregularidades del pavimento

 

6- Porque, a diferencia de las moquetas, cubre sólo una área determinada y, como tal, permite cambiarla más fácilmente para darle otro aire a la estancia