DISEÑOS CON ALMA

 

Hay diseños que tienen alma y eso sucede cuando los productos son hechos de forma artesanal y cuando, además, se inspiran en la naturaleza escandinava.

 

Aquello que diferencia un diseño de otro puede implicar una distancia abismal cuando de lo que se habla es de productos realizados a mano, donde se cuida cada detalle al milímetro, dando especial importancia a la textura y también a la estética, sin olvidar la parte funcional.

 

Sobra decir la reputación que tiene el diseño escandinavo, considerándose actualmente todo un referente en el sector por sus líneas, por su sencillez, por sus formas, por su creatividad, por su atractivo, pero también por su inspiración en la naturaleza.

 

Concretamente, la naturaleza danesa, protagonizada por frondosos bosques, inmensos lagos, tiernos animales y bellos paisajes, sorprende de una forma atemporal a todo aquel que se dedica al diseño y se utiliza para idear innumerables propuestas para decorar la casa, para regalar, para utilizar diariamente, etc.

 

Los materiales suaves y naturales, como el fieltro procedente de lana del Nepal, dan forma a estos productos realizados a mano, otorgándoles un toque de exclusividad porque nunca hay dos iguales, varían ligeramente, y ahí radica gran parte de su encanto.

 

Las propuestas del diseño danés desprenden un aura casi mágica haciendo de cada una de estas piezas una idea divertida, tierna, práctica, decorativa… que las hace únicas. La suave textura del fieltro despierta ese deseo de acariciar, de cuidar, y provoca la ilusión de poseer algo especial.

 

Trabajo artesanal humano reconocido

Muchos de estos productos son hechos en países como la India, en fábricas con buenas condiciones de trabajo, agua potable, baños ecológicos y acceso a espacios verdes que dan trabajo a cientos de mujeres. Hay empresas occidentales que apuestan por esta producción en condiciones justas, aportando ellas el diseño y buscando la artesanía en estos lares a cambio de una remuneración adecuada. Algunas han llegado incluso a conseguir el certificado que otorga la Organización Mundial del Comercio Justo.

 

Quienes adquieren estos productos, pues, saben que están ayudando a crear una relación de trabajo a largo plazo que garantiza un sueldo digno a los trabajadores y sus familias, con el derecho a poder enviar a sus hijos a la escuela. Además, todos ellos están asegurados y se respetan sus derechos para que nadie sea discriminado por ninguna razón.